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lunes, 28 de mayo de 2012

De adioses y despedidas II

Algo sobre lo que no he escrito aún: hace ocho días me despedí de mi abuelita. Este otro tipo de adios, dónde la sensación de perdida es tan grande que te abruma, te vacía, te pone a pensar y a sentir de manera diferente, cómo si pasaras a otro lugar en dónde todo se ve agotador, y claro a la vez.
Y lo peor es que no sabes que hacer, cómo sentir, cómo hacer que la rueda gire de nuevo. No sabes cómo llorar.
Es verse un poco cómo desde afuera, cómo una persona extraña a uno mismo.
Cosa rara este dolor.
Adiós abuelita. 

Cansancio

Estoy cansada de tantos sinsentidos en mi vida. De tantas aspiraciones incumplidas. Injertadas. De perseguir sueños imposibles. De no saber para dónde voy, ni hacía dónde mirar. De todas las complicaciones. De todas las exigencias que empujan.
Me cansé hasta de pensar.
Hasta luego.

lunes, 14 de mayo de 2012

De adioses y despedidas.

Las despedidas son algo a lo que me he habituado a lo largo de los años. Soy una nómada más o menos constante, me largo cada nada de todos los lugares y me despido. Pero hace mucho no me despedía de nadie que me importara tanto. Y creo que es la primera vez que me quedo.
Lo bueno es que los adioses son comienzos. Sirven para deshacernos de cosas viejas, sacudir el polvo y arrancar de nuevo hacía adelante.
Pero lo extraño de quedarse es que tú eres esa cosa vieja, de quién se sacuden el polvo. Y uno se queda en los mismos lugares que compartió con esa persona, esos momentos vacíos. Con esos fantasmas.
Es duro irse. Pero según parece, será más duro quedarse.

jueves, 12 de abril de 2012

Reflexión III

Pensando en creaciones y espejos, recordé que mi maestro Pedro dice que algún día todo creador se enfrenta con su obra. Y el maestro Antonio habla de dejar todo en cada obra, lo que uno es, cómo un espejo. Y es difícil verse ahí, porque el reflejo del espejo siempre atemoriza -por lo menos a mí- porque a veces esas verdades del espejo golpean y te descubres siempre nueva, y sola, indefensa ante ti misma. Desnuda de una manera brutal y despiadada.
Ahora entiendo la historia de Dios y el diluvio: hay días en los que el pavor de ser eso que esta reflejado en nuestras creaciones nos impulsa a destruirlas.

Los libros y la magia

Los libros tienen esa mágica habilidad de hablarte directamente, en el justo momento, con las palabras adecuadas. Y esa cualidad la tienen los mejores libros sin importar cuantas veces los leamos. Siempre nos dicen cosas diferentes. Y creo que lo dijo Borges (me puedo equivocar, y si alguien tiene la cita justa se agradece) que cada uno tiene sus libros, su cuota de libros. Para mí, uno de esos libros es Rayuela, de Julio Cortázar. Y para una muestra de toda esa magia que tienen sus palabras, un fragmento del capítulo VII, el más famoso, leído por el mismo autor. Haz clic aquí.

El clave bien temperado


Escuchar el Clave Bien Temperado de Johann Sebastian Bach es quizá uno de los regalos más bonitos de la vida. Y si es la versión de Glenn Gould, pues es realmente mágico. Y sé que nombrar a Bach es un poco pretencioso, y hasta intelectual. Pero vale realmente la pena sentarse a escuchar simplemente, sin prejuicios a favor o en contra, y darse la oportunidad de sentir que algo realmente grande está pasando en esos tejidos, esas notas.
Eso sí, como todo, es prudente de a poquitos al principio, para realmente disfrutar y no cansarse. Y hacer el ejercicio de sólo escuchar, sin hacer nada más, sin usarla cómo música de fondo para otras cosas.
Este es el regalo de este mes.

lunes, 26 de marzo de 2012

Reflexión II

Entender que la vida se compone de pequeños instantes, no de grandes momentos.
Entender que cada respiración es un regalo, que cada amanecer es un gran obsequio
Entender que las personas que acompañan tu vida son un regalo maravilloso cada día.
Vivir despacio.
Vivir sin prisa.
Respirar. Sólo es eso.
Hacer la vida sencilla.
Make it simple, everyday, everywhere.