No hay manera de escapar de las decepciones cuando te han enseñado a esperar, y a planear. Es duro tener tu vida planeada cuidadosamente, y llegar a ese día de metas y darse cuenta que no estás en el lugar previsto. Es duro tener 26 y seguir dependiendo de tus padres, tener todas las ganas de trabajar y no encontrar trabajo, tener un título logrado con esfuerzo y muchas renuncias y ver que no sirve para nada.
Todo tiene su final, y sé que esta es sólo una de muchas etapas, un bache en el camino. Pero, carajo, como se alarga, parece que no tiene final.
Espero que la siguiente entrada sea un poco mas esperanzadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario